La humildad, un antídoto contra la vanidad

Written on 03/27/2023
Iglesia Lluvia Fresca


No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
-- Filipenses 2:3

Si hay algo que nos puede alejar de Dios eso es la vanidad o arrogancia, artimaña peligrosa de Satanás. Si alimentamos este sentimiento caeremos con certeza. El diablo cayó justamente por su ambición, por creerse mejor que Dios. Esto tuvo como resultado su expulsión y condenación. No hay nada peor que estar ante la presencia de Dios alimentado por el egoísmo y la vanidad.

Es muy importante lograr identificar esta condición para que la vanidad no se convierta en arrogancia trayendo consecuencias aun mayores para nuestra vida. Nadie soporta convivir por mucho tiempo con una persona arrogante. Quien vive una vida ambiciosa y llena de vanidad terminará solo. Hasta que no caigan las escamas de nuestros ojos, y el Espíritu Santo es el único que nos puede llevar hasta ahí, andaremos por el solitario camino hacia la perdición.

En este versículo a los filipenses Pablo nos enseña un principio que puede ayudarnos a combatir la vanidad: considerar a los otros superiores a nosotros mismos. Cuando pensamos que somos "mejores" que alguien, nos engañamos y en algún momento caeremos en la trampa de la vanidad. Ser sumiso a Dios, considerando al prójimo como más importante que nosotros mismos literalmente nos aproxima al Señor y pasamos a ser un canal de Dios para las personas.

Jesús es un gran ejemplo de humildad y de sumisión a Dios. Aun siendo el Hijo de Dios, él vino para servir y no para ser servido. Cristo nunca humilló a nadie para ser reconocido. Todos querían estar a su lado, su presencia era placentera y agradable. Jesús atraía multitudes y las atrae todavía hoy a través de aquellos que practican sus enseñanzas. La humildad es la clave para un corazón quebrantado y una vida bien fundamentada en el amor de Dios.

Alimentando la humildad, no la vanidad:

  • Aprende más sobre Jesús a través de sus enseñanzas. Él es la mejor referencia de humildad que podemos tener.
  • Cuando nos esforzamos en ser educados con las personas creamos un ambiente pacífico. Aun cuando haya un conflicto, una postura humilde alivia las tensiones.
  • Si eres el blanco de alguna actitud arrogante, evita "pagar con la misma moneda". Tu buen testimonio puede traer al arrepentimiento a la persona que te está tratando mal.
  • Antes de mostrar tus cualidades busca valorar las cualidades del prójimo. Jesús vio siempre valor en la vida de aquellos a los que los demás ignoraban.

Para orar:

Señor Jesús, no soy nada frente a tu poder. Fui salvo por tu gracia y no por mis hechos o méritos. Ayúdame a ser un buen siervo. Quiero aprender más de ti, mi corazón está abierto. En el nombre de Jesús, amén.

Iglesia Lluvia Fresca